Sabemos que los pies son la base que sostiene nuestro cuerpo, pero, a veces, nos olvidamos de darles la atención que merecen. Con aproximadamente 70 mil puntos nerviosos, nuestros pies están asociados a varios órganos humanos, y cuidarlos bien también significa cuidar de todo tu cuerpo.
Para ello, es necesario ir más allá de los cuidados higiénicos y estéticos que practicamos a diario. Hay quienes no conocen los beneficios de remojarse los pies en agua caliente con frecuencia, pero este es un hábito que, además de simple, también es muy sano.
Remojar los pies en agua caliente ayuda a relajarse, a aliviar el estrés y el cansancio, a reducir la irritabilidad, a activar la circulación del cuerpo, a reducir tensiones musculares, a disminuir hinchazones y, además, a reducir los efectos del SPM.
Colocar los pies de remojo es muy simple, sólo se necesita una palangana con agua tibia. Pero, para darle más placer al momento, puedes añadirle otros ingredientes, crear combinaciones y beneficiarte con muchas sensaciones. Prueba mezclarle al agua esencias de mandarina u hojas de menta, que son excelentes, drenan y son antisépticas. También podés usar manzanilla (tranquilizante), sal gruesa (que ayuda en el drenaje), lavanda, eucaliptus o aceites esenciales de tu preferencia.
Otra sugerencia es colocar bolitas de vidrio en la palangana. Así, podés relajarte mientras te haces un masaje en los pies.
Interesante, ¿no? Incorporando un hábito simple a tu rutina, cuidás el cuerpo, renovás las energías y mantenés los pies siempre sanos y suaves.
Fuente: Amopé Argentina www.amope.com.ar
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