Los dientes merecen nuestro cuidado esmerado, no sólo porque los necesitamos para comer y son parte de nuestra carta de presentación principal (la cara, nuestra sonrisa), sino también porque una vez se pierden piezas la historia cambia radicalmente (aunque siempre se pueda recurrir a prótesis o incluso implantes que serán dientes fijos, nada de esto será como las piezas naturales).
Por este motivo, y como en todo, la base está en la prevención, en este caso en particular, en higienizarlos adecuadamente, y también en comer para ellos. Es decir, incorporar a través de los alimentos nutrientes que los mantengan sanos y fuertes, y hasta eviten la formación de la placa bacteriana, la causante de las caries.
La dieta o la alimentación tiene un efecto directo sobre los dientes, y la nutrición ejerce un efecto general sobre todo el organismo. También podemos decir, lo contrario, es decir el estado de la boca también influye en la capacidad del sujeto para realizar una buena y adecuada alimentación; la masticación es la primer fase de la digestion. Las enfermedades de la dentadura tienen una influencia mayor, que solamente las caries. En general al 40% de las personas mayores de 65 años, le faltan piezas dentarias. La enfermedad periodontal, muy común en los adultos, daña a las encías y hace que los dientes empiecen a moverse. La diabetes mal controlada también puede producir alteraciones (ardor) de la lengua, candidiasis (hongos) y sequedad de la mucosa bucal. Esta como muchas otras enfermedades puede provocar inapetencia y alteraciones en la alimentación y la nutrición.
El desarrollo de los dientes comienza ya a los dos meses de la gestación y la mineralización a los cuatro meses de vida intrauterina, para seguir hasta la preadolescencia. Una óptima alimentación materna garantiza, buen desarrollo dentario en su hijo.
Apuntáte entonces estos consejos relacionados con los alimentos:
–Sume zanahorias. Ciertas sustancias como el café, el vino tinto o los arándanos pueden terminar manchando los dientes, por tal motivo, procura siempre agregar zanahorias a tu dieta, ya que estas hortalizas, así como las manzanas y el apio, contienen compuestos naturales que desmanchan los dientes.
–Queso. Estos derivados lácteos, incluso las variedades menos saludables ayudan a prevenir las caries, ya que el calcio, el fósforo y las proteínas pueden ser de utilidad para neutralizar la placa, causante de las caries, además incrementan el pH debido a que aumenta la producción de saliva. Comer un trozo de queso luego de un alimento azucarado incluso puede neutralizar los efectos negativos del azúcar sobre los dientes.
-Si toma té, té verde. Rico en compuestos antioxidantes, como las potentes catechinas, se sabe que también evita que se forme la placa al tiempo que ayuda a prevenir las encías sangrantes.
-También digale sí a las pasas de uva. Ricas en fitoquímicos, también son de utilidad para mantener los dientes más sanos, ya que evita que la bacteria se quede adherida al esmaltedental.
-Otra opción de utilidad para la prevención de las caries son las gomas de mascar libres de azúcar (chicles), ya que aumentan la producción de saliva y evitan la formación de placa sobre los dientes.
Dentro de una alimentación saludable se sabe que existen nutrientes cuya participación en la formación y salud de los dientes y las encías es fundamental. Entre ellos se encuentran el calcio, el fósforo, el flúor, la vitamina D, vitamina A y las vitaminas del grupo B.
Estos nutrientes, esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras del organismo en general, y de los dientes y encías en particular, son indispensables en la dieta a todas las edades si queremos conseguir y mantener una boca sana y una sonrisa bonita.
La leche y los productos lácteos son un grupo de alimentos que constituyen una fuente excelente de la mayoría de estos elementos: calcio, fósforo, y vitaminas A y D y B.
1 – El Calcio
El calcio es un elemento imprescindible en la formación de los huesos y los dientes. El 99% del calcio existente en nuestro cuerpo se encuentra en ellos. El 1% restante está en la sangre, en el líquido extracelular y en el tejido adiposo.
El calcio es necesario para la transmisión de los impulsos nerviosos, para la contracción muscular, para la coagulación de la sangre y para el funcionamiento del corazón y el mantenimiento de la presión arterial. Además previene la formación de tumores de colon y la formación de cálculos renales.
Se recomienda una cantidad media de 1.200 mg de calcio al día.
Si no se ingiere una cantidad suficiente, el organismo se ve obligado a extraerlo de los huesos para asegurar este 1%. Con ello, los huesos se debilitan por lo que, no sólo se favorece la aparición de la osteoporosis, sino también de enfermedad periodontal.
El hueso que acusa antes la pérdida de calcio es la mandíbula (especialmente el hueso alveolar, que es el que soporta al diente). Por ello, el diente pierde su soporte y aumenta su movilidad.
Al aumentar el consumo de calcio se han encontrado mejoras en los procesos inflamatorios y en la movilidad dental. Por esto es especialmente conveniente aumentar el aporte de calcio en personas que sufren enfermedad periodontal.
Dónde se encuentra. La principal fuente de calcio para nuestro organismo es la leche y sus derivados. El aporte óptimo de calcio se consigue con unos cinco o seis vasos de leche, tanto entera como desnatada, cinco o seis yogurt o unos 150 gr de queso en porciones, manchego o de bola.
Hay otros alimentos que contienen calcio como los cereales, las verduras u hortalizas de color verde oscuro, las nueces y el pescado pequeño que pueda comerse con espinas.
2 – El fósforo
El fósforo es el segundo mineral más abundante del organismo (1%). Su metabolismo está muy relacionado con el del calcio. Junto a éste, constituye la estructura de los huesos y los dientes. Entre otras funciones, contribuye a mantener la actividad del sistema muscular y el equilibrio ácido-base del organismo.
Dónde se encuentra. Lo encontramos en alimentos de origen animal como la leche y sus derivados, los huevos, el pescado y también en alimentos de origen vegetal como las legumbres, las nueces o los calabacines.
3 – El flúor
El flúor en su forma elemental es un gas y está dentro del grupo de los halógenos. Es el más electronegativo de todos los elementos, por lo que tiene una gran reactividad. Por ello, en la naturaleza se encuentra frecuentemente asociado con otros elementos como el calcio.
El flúor tomado por vía oral es especialmente útil en las etapas de la vida en las que se están formando los dientes. La acción del flúor refuerza la estructura del esmalte dental, protege contra la caries y remineraliza el esmalte. Pero un exceso de dosis puede alterar la estructura dental provocando lo que se conoce como fluorosis.
Dónde se encentra. El Flúor se encuentra en las aguas a diversas concentraciones según la región geográfica y en alimentos como el té. Está presente en menor cantidad en otros alimentos de origen vegetal como tomates, judías, lentejas, cerezas, patatas. En animales, lo encontramos en la caballa, sardina, hígado de vaca, pescados frescos, etc.
4 –La vitamina D
La vitamina D tiene una importante función en el mantenimiento de la salud ósea y dental, ya que facilita la absorción de calcio y fósforo, los cuales son necesarios para tener huesos y dientes sanos, y para mantener en buen estado nuestro sistema nervioso. Además, mantiene los niveles adecuados de calcio en sangre.
Dónde se encuentra. La vitamina D la encontramos en el pescado azul, aceite de hígado de pescado, margarina, huevos, leche y productos lácteos. Una parte de esta vitamina se forma en la piel por acción de los rayos solares, de ahí la importancia de exponernos al sol moderado, sobre todo los niños (están en época de formación dental y ósea) y los ancianos (disminuye la capacidad de absorción digestiva de la vitamina D aportada por los alimentos).
5 – La vitamina C
La vitamina C, además de intervenir en la formación de glóbulos rojos, favorece la absorción del hierro, aumenta la resistencia a las infecciones y tiene una acción antioxidante o antienvejecimiento.
Además, la vitamina C tiene un papel importante labor en el desarrollo y mantenimiento de la salud de dientes y encías. Interviene en la síntesis de colágeno de las encías y del resto del organismo. El colágeno es necesario en la formación de la piel, músculos, vasos, órganos internos, etc. y su función es fundamental en los procesos de reparación y cicatrización de estos tejidos.
Además, interviene en la formación de cartílago, tendones, huesos y dientes, favoreciendo la adecuada formación de material osteoide y la función de los osteoblastos. Por otro lado, la vitamina C protege la integridad de los vasos sanguíneos, manteniendo su adecuada permeabilidad, con lo que a nivel del periodonto protege de los ataques bacterianos.
Por todo ello, el déficit de vitamina C produce una menor resistencia a las infecciones y una alteración en la cicatrización de las heridas que se hace más lenta.
Si el déficit es pronunciado, se producen síntomas como tumefacción y hemorragia de las encías y facilidad para que salgan hematomas con golpes mínimos.
Si progresa, se producen pérdidas dentarias. Estos son los síntomas característicos del escorbuto. Esta enfermedad era frecuente en los marineros que se embarcaban largas temporadas sin consumir fruta fresca.
Dónde se encuentra. La vitamina C se encuentra en las frutas conocidas como cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo, etc.), kiwi, soja fresca, tomates, pimiento verde, lechuga, patata, coliflor, etc.
6 – La vitamina A
La vitamina A es una vitamina liposoluble fundamental para el buen estado de la piel y las mucosas e interviene en la función de la visión. Es importante para el desarrollo del sistema nervioso y la formación de hormonas sexuales.
Además, interviene en la formación y desarrollo de los huesos y los dientes, previene las infecciones y tiene función antioxidante y anticancerígena.
Su déficit produce alteración de la estructura de huesos y dientes y resecamiento de las mucosas con lo que aumenta la predisposición a caries e infecciones.
Dónde se encuentra. Se encuentra en alimentos de origen animal (en forma de retinol) como pescado azul, hígado, yema de huevo, mantequilla, queso, leche entera o enriquecida. También se encuentra en alimentos de origen vegetal (en forma de betacaroteno) como albaricoque, melón, zanahoria, mango, melocotón, espinacas, coles de Bruselas, tomate, nísperos, etc.
7 – La vitamina B
La vitamina B2 o Riboflavina tiene varias funciones, como la participación en la formación de anticuerpos y glóbulos rojo y el mantenimiento de una piel y unas mucosas sanas. Su déficit produce glositis (inflamaciones de la lengua), estomatitis angular (fisuras o grietas en la piel que se irradian desde los ángulos de la boca y a veces hasta la mucosa bucal) y queilosis de los labios (fisuras dolorosas en los labios superior e inferior).
También se asocian a la deficiencia de vitamina B2 alteraciones del cristalino del ojo y de las mucosas de la boca y del resto del cuerpo. Su administración mejora todas estas lesiones.
Dónde se encuentra. Son fuentes de vitamina B2 la leche, queso, huevos, hígado, legumbres, vegetales verdes y levadura de cerveza.
– Niacina
Tiene varias funciones en el organismo entre las que se encuentran un papel fundamental en el funcionamiento del sistema nervioso y en la síntesis de hormonas sexuales. Pero además mantiene la salud de la piel.
Parece ser que tiene un papel importante en la prevención de la periodontitis. Su administración mejora las glosistis (inflamación de la lengua) y lengua atrófica (la superficie de la lengua se ve alisada, generalmente enrojecida, carece de las papilas normales y puede ser dolorosa).
Dónde se encuentra. La niacina se encuentra en el hígado, carnes magras, cereales, legumbres y levadura de cerveza.
– Vitamina B12
La vitamina B12 o cianocobalamina tiene importantes funciones en el organismo como la participación en la maduración de glóbulos rojos, en la absorción de hierro, en la estructura del sistema nervioso y en la síntesis de ADN.
Mejora las glositis.
Parece ser que corregir los déficit de vitamina B12 mejora las periodontitis.
Dónde se encuentra. Las fuentes alimentarias son: carnes, vísceras, huevos, pescados y productos lácteos. Esta vitamina no está presente en alimentos de origen vegetal, por lo que falta en regímenes vegetarianos estrictos.
Para más información vea http://www.dentaladvance.com.ar
Dr. Aimone Diego Aquiles
Odontólogo
Dental Advance
Clínica Estética Odontológica
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