La vitamina C está presente en los organismos principalmente en algunas sedes privilegiadas (higado, hipófisis, cristalino, leucocitos, glándulas suprarenales…) mientras que se halla en cantidades inferiores en el cutis.
Muchos agentes exógenos, a los cuales estamos expuestos a diario, pueden originar un consumo creciente de esta vitamina y, por consiguiente, producir la correspondiente carencia.
Esta situación se verifica mayormente en condiciones de estrés psico-físico, cuando se ingieren algunos fármacos, con la exposición exagerada a los agentes contaminantes atmosféricos (radiaciones, toxinas industriales, gases tóxicos…) y con el incremento en el consumo del alcohol y tabaco. Basta con pensar que un cigarrillo destruye de 25 a 100 mg. de vitamina C.
Por otra partes, incluso una alimentación denominada “equilibrada” puede resultar insuficiente para una adecuada aportación de vitamina C, debido a la escasa estabilidad del ácido ascórbico que se pierde mayormente por la conservación, preparación y cocción de los alimentos.
Consecuentemente, aunque un buen zumo de naranja natural facilita desde 15 hasta 35 mg. de vitamina C, una adecuada integración diaria de éste producto nos preserva de los daños causados por los radicales libres a las distintas estructuras celulares de nuestro organismo.
Ya son muchos los estudios científicos que demuestran cómo algunos nutrientes antioxidantes, entre los cuales la vitamina C, contribuyen a la defensa de algunas patologías degenerativas, neoplasias, enfermedades cardiovasculares, cataratas y envejecimiento cutáneo.
A nivel adecuado, la vitamina C disminuye de forma consistente con el paso del tiempo; de hecho, el envejecimiento cutáneo presenta una disminución de la microcirculación dérmica, con la consiguiente reducción en la aportación de substancias nutritivas a las células y, por tanto, de la misma vitamina C.
Gracias a estas consideraciones, con los principios activos capaces de mejorar su penetración, ejerce, a nivel cutáneo, una acción muy beneficiosa tanto con una mitigación y prevención de las señales del envejecimiento como con la reducción de los daños celulares provocados por la exposición a los rayos ultravioletas.
Mecanismo de acción
Su acción se ejerce a través de varias vías:
* Sistema del colágeno: la vitamina C interviene en el proceso de transformación de la prolina en hidróxidoprolina, constituyente esencial del colágeno. El aumento local de esta vitamina significa por tanto favorecer de forma significativa la producción del colágeno; por consiguiente se verifica una mejora de la elasticidad cutánea y una mayor resistencia de la pared de los vasos capilares.
* Neutraliza los radicales libres y regenera la vitamina E: ambas acciones conducen a una disminución en la formación de los lipoperóxidos, es decir, de las substancias que originan el envejecimiento cutáneo. Además, la vitamina C aplicada localmente previene la formación de posibles tumores cutáneos debidos a los daños provocados en el ADN por los rayos UVB
Experimentación
Un estudio reciente publicado por el Journal of Investigative Dermatology (mayo de 1996) describe cómo la aplicación tópica de la vitamina C, de la vitamina E y del Selenio protege las células cutáneas de las ratas de los daños causados por la exposición a los rayos UVB.
Paralelamente, el British Journal of Dermatology (septiembre de 1997), algunos años antes, evidenciaba el efecto protector de la vitamina C, usada por vía tópica, sobre la piel del cerdo dañada por radiaciones ultravioletas.
En la Revista Española de Fisiología (diciembre de 1994) se ha publicado un estudio que demuestra cómo la aplicación directa de la vitamina C protege, y por tanto previene, el envejecimiento en células de piel humana en cultivo sometidas a un fuerte estímulo de oxidación con peróxido de hidrógeno.
La preparación cosmética con vitamina C
Con el fin de lograr los beneficios aquí descritos, la preparación cosmética debe garantizar la presencia de una vitamina C “activa”, para que pueda llevar a cabo totalmente su acción.
Dadas las características de baja estabilidad de esta vitamina, el producto puede garantizar mejores resultados y una eficacia segura con una preparación improvisada.
La presencia concomitante del Ácido Glicólico, o de otros Alfahidroxidoácidos aumenta la penetración de la vitamina C y potencia su eficacia.
El resultado de la terapia con vitamina C de uso tópico se traducirá en un cutis más luminoso y elástico, con una atenuación de las pequeñas arrugas y un retraso en el envejecimiento cutáneo.
Dr. Andrea Alessandrini
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