Las ondas de sonido son capaces de modificar la estructura orgánica cuando son transmitidas a través de los fluidos. Partiendo de este concepto se utilizó por primera vez, el ultrasonido, en cirugía de cataratas a mediados de 1960, con la introducción de la facoemulsión. Es así como su uso se ha ido extendiendo a las diversas ramas de la cirugía cuando el objetivo ha sido la destrucción selectiva de tejidos no deseados.
El médico italiano, Michele Zocchi en 1988, fue el primer Cirujano Plástico que aplicó las ondas ultrasónicas para destruir selectivamente las células adiposas del cuerpo, sus resultados formidables han incentivado investigaciones a nivel mundial las mismas que continúan, de ahí que su tecnología y conocimientos sufran transformaciones y nuevos conceptos e indicaciones aparezcan.
Para que una onda de sonido , que es energía mecánica, sea ultrasónica es necesario que su frecuencia esté por encima de los 16000 kHz , en Cirugía Plástica esto se genera a partir de cristales que poseen la habilidad piezoeléctrica o sea que son capaces de deformarse con corriente eléctrica alterna, estas fluctuaciones de la deformación producen vibraciones a frecuencia ultrasónica las mismas que amplificadas se las canaliza a través de una cánula la misma que introducida entre las células grasas las desestabilizan provocando la ruptura de sus membranas celulares, liberando su contenido, el mismo que se lo succiona a baja presión por medio de una cánula.
De esta forma se utiliza el ultrasonido para esculpir el cuerpo. Los mejores candidatos para la lipoescultura asistida con ultrasonido(LAU) son los mismos que para la lipoescultura asistida por succión (SAL), que son pacientes con peso normal, piel elástica y con acúmulo graso que no desaparecen ni con la gimnasia ni con las dietas.
Elegir el método ideal para realizar la lipoescultura depende de las experiencias y entrenamiento del cirujano, ambas técnicas tanto la asistida por succión SAL (convencional) como la asistida por ultrasonido LAU poseen ventajas unas sobre otras e indicaciones específicas que hasta cierto punto las hacen complementarias, en última instancia su cirujano elegirá la más conveniente para su caso particular.
Por otro lado la lipoescultura no se la recomienda a pacientes con enfermedades sistémicas, cardiacas, pulmonares, diabetes, y enfermedades degenerativas. La complicación específica por el uso del ultrasonido es la quemadura local de la piel, complicación que se la evita si el cirujano plástico está bien entrenado en su uso.
Por último, la lipoescultura es un procedimiento quirúrgico sencillo, destinado a pacientes que han decidido cambiar su estilo de vida a uno más sano y disciplinado de ahí que deba de existir el compromiso, previo, de parte del paciente de cuidar sus resultados realizando ejercicios y dieta.
Dra. Mónica Espinoza.
Página Web: www.monicaespinoza.com
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